En este caso, nos toco jugar a los mayores, a los veteranos, en el Torneo de Zaragoza, como casi siempre que se juega por aquellos lares, con un sorteo de grupos, cuando menos muy "curioso".
Quedamos emparejados con PalauTordera, y con Maristas de Zaragoza, quedando el otro grupo formado por Veteranos de Zaragoza, Valle del Nalon, y Anaitasuna, para jugar dos partidos el sabado, y otro el domingo, que sería la final o la consolación.
El primer partido fue contra los Catalanes, partido en el que aún eramos solo 8 jugadores, pero como siempre con una defensa sobresaliente, nos pusimos arriba desde el principio con tres o cuatro goles de ventaja, que duró lo que las fuerzas, que llegaron más que justas para al final, y debido a una fuerte presión en todo el campo de los de Palau, se quedó en un gol de diferencia, con lo que se llegó al término del partido. Victoria justa y más sufrida al final de lo merecido.
En el primer partido del otro grupo, salta la sorpresa, y Nalon le gana a Zaragoza, y esto es el comienzo de una serie de acontecimientos, que en realidad hasta ahora no habíamos vivido en este tipo de torneos, en los dos siguientes partidos, en los que se jugaban las clasificaciones para jugar la final, se dan circunstancias tan anómalas, como que, en nuestro siguiente partido, contra Maristas de Zaragoza, nos pite un jugador del equipo Zaragozano, y ex-jugador de Maristas, y en el segundo partido que tenía que jugar Nalon, juegue en el equipo contrario, Anaitasuna, con suficientes jugadores en el banquillo, como ayuda, un jugador de 20 años, que además es de Zaragoza.
En nuestro caso, comenzó el partido y al minuto 10, ya se nos había pitado cuatro veces seguidas falta en ataque, a pasar de lo cual hasta el minuto 10 de la segunda parte, seguíamos por delante en el marcador. El juego se había ido endureciendo, y comenzó un lamentable espectáculo de decisiones totalmente contrarias dependiendo de hacia que lado señalaba, y el partido fue derivando hacia lo que se buscaba, al unirlo con la situación del otro partido, perjudicando claramente a los Asturianos, una final entre los dos equipos de Zaragoza.
Se produjo la situación más bochornosa de todos los torneos celebrados hasta ahora, en el que se busco que de cualquier manera la final del mismo fuera un partido entre Zaragozanos.
Pero de todas formas llegó el domingo, y con él, el tercer partido, el que en justicia, y para todo el resto del mundo debería haber sido la final. Y además teniendo en cuenta la finalidad de estos torneos, y continuando con la costumbre, fué un partido como tiene que ser, divertido, con buen juego, y con deportividad total, es decir, un partido de veteranos. Y aunque ya lo de menos era el resultado, de nuevo volvimos a ganar, y como en los anteriores partidos, ni nos acordamos del tanteo final.
Al final el torneo, a pesar de ciertos comportamientos, acabó como debe ser con un abrazo de los equipos participantes, por lo menos del tercero al sexto, y con un, "hasta el siguiente torneo, y que sea cuanto antes, para poder volver a jugar y a vernos".
